Tinuviel de Celbaros
Info
- Nombre: Tinuviel de la corte de Celbaros.
- Edad: 64 años humanos.
- Género: Princesita: pronombres femeninos; adjetivos únicamente positivos (si saben lo que les conviene).
- Palabras clave: Determinada, Segura de sí misma, Chuunibyou (que nadie le diga que significa).
- Especie: Elfa (?)
- Clase: Bardo (completar)
- Instrumento: Tinuviel (clarinete)
- Apariencia:
Backstory
Los elfos son pocos en esta edad y parecen volverse cada día más escasos. Con vidas que no parecen tener principio ni final, los nacimientos de los elfos son escasos. Tan contadas son sus poblaciones que, si te molestaras en hacerlo, en una semana podrías aprenderte el nombre de cada elfo vivo.
Y si te molestaras encontrarías que Tinuviel no está en esa lista.
Su historia comienza igual que casi cualquier medio-elfo. Nacida de una elfa en una corte humana, e inmediatamente entregada al mejor postor. En su caso, Tinuviel fue afortunada en ser entregada al reciente regente del Principado de Celbaros, quien decidió criarla como propia.
Sus padres humanos la criaron con la certeza de que ella era una elfa de sangre pura, aunque no era muy difícil encontrar huecos en su historia. En primer lugar, con una natalidad tan baja como tienen los elfos, ¿quién escondería el nacimiento de uno nuevo? Sus padres afirman que es una elfa pero, ¿eso acaso no les combiene? ¿no es una muestra de poder y privilegio tener un elfo en una corte humana? Tinuviel definitivamente se ve como un elfo (aunque su estatura esté dentro de las más bajas), es fácil creer que es uno a primera vista ¿Acaso sus padres se aprovecharon de aquel hecho?
A fin de cuentas eso ya no importa, porque el Principe de Celbaros y su amada esposa están muertos y enterrados desde hace una buena década, y desde aquellos tiempos que Tinuviel no reside a tiempo completo en el palacio que la vio crecer.
Sus padres lamentablemente no tuvieron un heredero de sangre, y el principado pasó a un primo segundo que no sabe apreciar los encantos de Tinuviel. Así que ella se fue por su cuenta a entregar dichos encantos a un público que sepa valorarlos como corresponden. Cosa que... no fue fácil.
Ok, hablando lisa y llanamente, la joven doncella tiene un caracter... fuerte. Ella sabe lo que vale! Por más que el resto del mundo no sepa apreciarlo! Y muchos que no han sabido apreciar sus dotes han sabido temer sus berrinches.
En los años en los que viajó por el mundo, Tinuviel aprendió el valor de ser consiliadora para aquellos que no saben apreciarla de inmediato, ¡pero ojo! ¡que eso no significa lo mismo que dejarse menospreciar! Que la llamen caprichosa si quieren, ella no es alguien que se enrieda con la chusma de una corte de cuarta.
Conexiones
Falka
La madre de Tinuviel, al llegar a su anciana edad le contó a su hija de una amiga de su juventud. Su madre le dijo que si alguna vez llegara a necesitar de alguien quien la cuide, debía buscar a una elfa llamada Falka y que le entregue una carta sellada.
Por supuesto que Tinuviel abrió la carta, la leyó y la selló nuevamente. Peor error de toda su vida.
Dolonor de Celbaros
El Principado de Celbaros está actualmente en manos del Príncipe Dolonor, un primo segundo o tercero del padre de Tinuviel.
Si bien ella ya no vive allí, él nunca la expulso formalmente de su corte y hasta es invitada a los eventos formales de la corte; del mismo modo que tu tía la racista todavía es invitada todas las nochebuenas.
Las puertas del Celbaros siguen abiertas para ella, por más que estos días, Tinuviel no las atraviese a menudo.
Michael: Maestro de Música
Como toda cortesana, Tinuviel recibió una educación de lo más completa en su juventud. Y el más importante de todos en su vida fue su maestro de música.
Michael vivió en el palacio como maestro por cerca de cinco años, en los que definitivamente NO se acostó con el padre de Tinuviel, ni con su maestro de literatura, ni con el ama de llaves, ni con la capitana de caballeros y mucho menos con su dama de compañía. Pero sí con el jardinero, el muy golfo.
Tinuviel aprendió de él algo mucho más importante que la música (y el valor de la bisexualidad), él en secreto le enseñó los dotes de la magia.
Del mismo modo que un instrumento hace vibrar al aire mismo llenandolo de su música, así también puede hacer vibrar los finos hilos de magia que conectan el mundo. Y con algo de práctica, esas vibraciones pueden convertirse en poderosos hechizos.
Hasta donde Tinuviel sabe, Michael es un humano común y corriente.
Lorelei la dulce
"Lorelei la dulce" más bien deberían llamarle "Lorelei la metiche". Uno de los encuentros menos agraciados de la vida Tinuviel, una mocosa hija de mercaderes que se atrevió a faltarle el respeto ¡Por supuesto que ella puso a esa niña malcriada en su lugar de una buena paliza!
Lorelei es, desgraciadamente, una cara un tanto frecuente en la vida de Tinuviel, como lo son todos los que siguen una vida nómade en las llanuras de Nareth. Por suerte, nunca tuvieron que volver a compartir espacio hasta ahora...
???????
Tinuviel nunca conoció a sus padres biológicos, pero sabe que de alguna manera fue concebida. En algún lugar del mundo deben estar sus padres biológicos, aunque... si ella realmente es media elfa puede que uno de ellos ya no siga con vida.
¡Que dice! Tinuviel es una elfa de sangre pura, ¡purísima! Por lo que sus padres biológicos, salvando alguna tragedia, deben seguir ahi fuera...
Extra: Tinuviel & Tinuviel
Los objetos mágicos son criaturas caprichosas, y ninguno más caprichoso que el instrumento de un bardo.
El instrumento de un bardo tiene un caracter individual y una relación única con su músico, muchos hasta se rehusan hacer mágia por alguien que no sea su dueño. Lo primero que un aspirante a bardo debe hacer es encontrar un nombre porpio para su instrumento, sin el cual se rehusan a hacer mágia.
Algunos instrumentos son humildes y aceptan cualquier nombre que les dé su bardo, pero el clarinete de Tinuviel es un instrumento particularmente caprichoso.
Fue una herencia familiar, fabricado por las manos de un experto hace ya siglos, cada centímetro del cobre meticulosamente labrado vale más de lo que tu familia entera hace en un año. Un ser tan refinado viene con un ego como lo tienen pocos, de la clase que solo está dispuesto a aceptar un nombre particularmente especial. Y dicho clarinete únicamente responde al nombre de... Tinuviel.
¡Bardo y clarinete comparten nombre! Si vieras a Michael el día que se enteró, casi se cae de un balcón de la risa. Inaudíto, en verdad. Pero al fin y al cabo, tiene muchísimo sentido. Ambas comparten el carácter, la nobleza y hasta las preferencias en la magia. Una sintonía como no se encuentra fuera de los cuentos antiguos.